17.09.2009 | [musicazul] | Conciertos | Bouncing Souls @ Live!. Madrid. 09.09.09

Vigésimo aniversario de las andanzas cometidas por los norteamericanos Bouncing Souls, una banda especializada en el punk melódico y callejero con la diversión por bandera. Dentro de sus celebraciones se encajaba esta gira europea, en un año en el que están aprovechando para regalar a sus fans un tema cada mes del 2009, a falta de un lanzamiento discográfico oficial. Con una discografía "apañadita" –no han alcanzado aún cotas de intensa productividad que, consecuentemente, amarguen el paladar de los que siempre buscan cambios en la evolución de un grupo punk-, la principal ventaja de su directo es la confección del setlist: un buen puñado de himnos, otras segundonas preferidas por ellos o por los fans y, como guinda del pastel, alguna versión o rareza. Y todos tan contentos en poco más de una hora y cuarto. Arrancaron con ganas y de un tirón con himnos como 'True Believers', 'East Coast Fuck You' y 'Sing Along Forever'. La "chavalería" (y algunos talluditos que pasaban la veintena) "pogueó" a gusto en las primeras filas, pues el discurso melódico y coreable de los de New Jersey constituye siempre una fiesta. El impasible Greg Attonito mostró, una vez más, su mueca-sonrisa de hermético significado y continúa erigiéndose al micrófono en ese especial contrapunto al resto de sus compañeros, esta vez junto a una impoluta camisa y corbata rosada. Aún así, ni el sonido ni la actitud global de los cuatro destacaron por encima del conjunto para conseguir que el show se grabase a fuego en la retina de la gente que sigue este estilo musical. La "fiesta" se calmó con el cover de 'Hybrid Moments' (Misfits) en acústico, dejando el ambiente "a medio gas" justo hasta la recta final, donde las peticiones de los fans fueron cumplidas con los momentos estelares vividos en 'Gone' y 'Anchors Aweigh'. Faltó algún clásico como 'Fight To Live' (precisamente un tema borrachuzo y "futbolero" que hubiera encajado de maravilla con los "oes" que entonó en un par de ocasiones el público) y desgranaron un par de temas nuevos desconocidos, impedimentos que no empañaron el resultado final: un concierto divertido sin ningún tipo de pretensiones.